jueves, 4 de noviembre de 2010

vivirte sin querer, Otoño, dos veces.

No, no lluevas, París, que llorarte no me cuesta nada.
No me robes lo poco que tengo de vos, yo ya dejé todo lo que era mío y te pertenecía.
Pero de eso se trata, no?
El constante intercambio te permitió entender, que tu trabajo es dejarte extirpar ese olor a música y adoquín.
Y así pasás a ser parte de ellos, tan propia como su mismo aliento.
Eso vos deberías saberlo bien.
Dejar y así crear la oportunidad de poder venirlo a buscar.


si yo digo que la foto no es cliché es porque la foto NO es cliché