miércoles, 10 de abril de 2013

-


Que la poesía esté en todo

Que sea tan importante el aliento como la libertad
Y las ganas de nunca saber


Que lo simple sea lo único real

Y la felicidad, discurrir sobre el detalle.




lunes, 8 de abril de 2013

Dos distintos

Yo no sé si entiendo ni lo que quise entender cuando creía que sabía de qué se trataba lo que tanto quería conocer. Porque dentro de mi enredo conocí lo que quise, saboreé lo que era y plasmé lo que pude, pero sacando la materialidad de lado, no sé si en espíritu me llena lo que existe ¿Si quisiera? Sí, quisiera, pero creo que en parte todo está reflejado en esa frase que me dejé escrita a mí misma, en la que dije sin saberlo mucho más de lo que hablé. Mientras tanto ese sabor amargo de no saber me avisaba todo el tiempo que lo que yo deseaba no era más que eso, un deseo entre miles que desde su principio vaticinaban ese viaje eterno al olvido más profundo. Y el otro deseo, el eterno, el punzante, siempre esperó amorfo a su naturaleza, a transformarse en mucho más de lo que nunca hubiera podido ser.







lunes, 1 de abril de 2013

Convocatoria


Te revivo porque que me malinterpreten me parece más divertido que que no me interpreten para nada. Uno pensaría que dos años después uno sería dos años más sabio, cientos de días más paciente, miles de horas más reflexivo... No es necesario que aclare que no es el caso. Que soy distinta, que somos distintos, que el contexto cambió, que cambiaron los actores y renovaron la orquesta, pero eso no significa mucho más que eso. Que caminamos y que bailamos distinto, que nos escuchamos con otros oídos y nos acariciamos con otra piel. Pero nuestras retinas siempre van a guardar lo que fuimos ayer. Y nuestra nariz siempre va a reconocer el olor de casa.
Con esto no quiero decir más que que somos un poco de hoy y un poco de otro día, del día que fue o del día que será. Somos el híbrido más grande. Y somos la respuesta empírica de porqué no nos entendemos a veces. A mí me da curiosidad saber por qué a veces no lo entiendo, ni te entiendo a vos. Por qué te miro y te escucho, pero cuando proceso lo que decís, en mí decanta la incertidumbre, cegada por la propia necedad. Por la negación. Me da miedo la palabra negación, porque oculta. Porque me hace saber que hay algo que no me puedo decir ni a mí misma, y eso me asusta.
Pero si me dedico a explicar todo lo que me da miedo y porqué, entonces perdería el eje de explicarte porqué volví, quién soy y porqué te extrañé -cosa que me pasa muy seguido, eso de perder el hilo, no de extrañarte, y aunque así fuera creo que vos sabés mejor que nadie que jamás te lo diría-. Y subiéndonos a la moda eclesiástica que nos sorprende a todos últimamente, aprovecho para decir que estamos hoy aquí reunidos, hermanos y hermanas, hijos e hijas, padres y parientes lejanos, para celebrar ante Google esta renovación de votos, esta unión en sagrado compromiso entre mi vos y yo (y este fallido no lo voy a borrar). Prometo atenderte cada vez que mi concreción no alcance y me avasalle la materialidad de las cosas. Prometo serte fiel en Tumblr y en Facebook, en Google+ y en WordPress y hasta que la carencia de creatividad o una buena vida social y amorosa nos separen. Yo acepto y vos, pobre desgraciado, no te queda otra.


Frank tiene una gran capacidad de mirar hacia dentro suyo y hacia adentro mío.